Chiste de Pepito – No utilices mi nombre
Pepito había ido de cacería con su amigo Carlitos mientras caminaban en el bosque éste le reclamaba un incidente:
– Pepito, ya estoy cansado que cuando sales a conocer mujeres uses mi nombre en vez del tuyo.
– Ay Carlitos, no seas delicado eso lo he hecho sólo un par de veces y pues sabes que lo hago para proteger mi identidad.
– No Pepito eso no está bien más una vez me has metido en aprietos con mi mujer, yo estoy seguro de que a ti no te que gustaría que te hicieran lo mismo.
– Ah ya está bien Carlitos, ya cállate eres una niña delicada, venimos de cacería para distraernos de los problemas de la vida diaria y tú vienes a sacar esas tonterías acá hay que apurarnos porque nos va a caer la tormenta y el carro está muy lejos.
– Está bien Pepito un día te la voy a hacer y espero no estar escuchando tus quejas.
En eso empieza una tormenta y Pepito y Carlitos corren a una Hacienda cercana para pedir refugio, al llegar a esta lo recibe una atractiva mujer en la puerta.
– Habla Pepito y dice: Buenas noches, señora disculpe la molestia a esta hora, pero mi amigo y yo estamos lejos de casa y con esta tormenta Es peligroso agarrar carretera queríamos ver si nos podía dar morada esta noche en su casa.
– Me encantaría poder ayudarlos, pero acabo de enviudar hace poco y mis vecinos son extremadamente chismosos imagínense todo lo que van a inventar si ven que dos hombres se quedan en mi casa.
Pepito dice:
– Mira señora normalmente no soy tan insistente pero la verdad estamos desesperados veo que su propiedad es inmensa que le parece si nos quedamos a dormir en el granero y mañana a primera hora nos marchamos.
La mujer accedió a la petición de Pepito y el par de amigos pasaron la noche en la propiedad y se marcharon al día siguiente como lo prometieron.
9 meses después Pepito recibió una llamada de un número desconocido y contesta:
– Hola, holita, si él habla… …En serio no lo puedo creer…
Pepito cuelga a la llamada y le pregunta a Carlitos.
– Recuerdas hace 9 meses el día de la tormenta que nos quedamos a dormir en el granero de aquella mujer viuda.
Y Carlitos contesta:
– Claro que lo recuerdo Pepito esa fue una noche muy especial.
– Esa noche mientras yo dormía a poco te levantaste la noche y fuiste a tener relaciones con ella?
– Así es Pepito, lo hicimos toda la noche.
– Y no me digas que se te ocurrió darle mi nombre en vez del tuyo.
– Así es, puse tu nombre, a poco te vas a quejar ahora.
– No para nada muchas gracias acaba de hablar su abogado la mujer murió y me dejó toda su herencia a mi nombre.