Cuando fue abordado por un vagabundo sucio y maloliente que le pidió un par de dólares para la cena.
El hombre sacó su billetera, cogió un puñado dólares y preguntó:
“Si te doy este dinero, ¿comprarás licor?”
“No señor, dejé de beber hace muchos años”, dijo el mendigo.
“¿Lo usarás para el juego y las apuestas?”
“No juego. Dejé de jugar y apostar hace mucho tiempo”, dijo el vagabundo.
“Entonces, ¿gastaras el dinero en tabaco?”
“No señor, ¡No he fumado desde hace 19 años!”
El hombre dijo:
Bueno, no voy a darte nada de dinero entonces. Entonces, te llevaré a mi casa para disfrutar de una deliciosa comida casera cocinada por mi esposa.
El vagabundo estaba asombrado y dijo
“¿No se pondrá furiosa tu esposa contigo por hacer eso?
Sé que estoy sucio, no me he bañado en varios días y probablemente huelo bastante mal”.
El hombre respondió:
No pasará nada amigo, solo quiero que mi esposa vea lo que pasa con un hombre que ha dejado de beber, de apostar y de fumar.