Resulta que un conocido tipo se compra un auto último modelo y lo sale a probar por la autopista.
Pone primera (60 km/h), segunda (90 km/h) tercera (110 km/h).
Cuando estaba acelerando para poner cuarta una Moto Ninja se le pone a la par.
El conductor de la moto inclina su cabeza, mirando al conductor del automóvil, con la mirada fija hacia los ojos del tipo le dice:
– ¿Conoces la Ninja?, acelera la moto a fondo y se escapa a gran velocidad.
El conductor del automóvil muy ofendido por el insulto del motorista, acelera hasta alcanzarlo.
Cuando estaban a la par nuevamente, el motorizado le dice por segunda vez:
– ¿Conoces la Ninja?, y otra vez se escapa a gran velocidad.
El conductor empieza a acelerar hasta alcanzarlo.
El hecho se repite, y así una vez más el motorista se aleja pero esta vez, a una velocidad que el automóvil no puede alcanzar.
Luego de conducir tranquilo por un rato al llegar a una curva ve al motorista tirado en el suelo, la moto 30 metros más adelante toda rota.
El motorista agonizando en el suelo, el conductor se acerca y le dice:
– Ja, eso te pasa por andar provocando a la gente con tu motito.
Mira lo que quedó de tu moto.
A lo que el motorista como puede respondió:
– Yo te preguntaba si conocías la Ninja, para ver si sabías dónde estaba el freno…