Papá de Pepito: Pepito, ¿qué hiciste con la bicicleta nueva que te regalamos? No la veo por ninguna parte.
Pepito: Ah, papá, la estoy guardando para que no se gaste.
Papá: ¿Cómo que no se gaste? ¿Dónde la tienes guardada?
Pepito: La tengo en el garaje, papá. La desmonté y la guardé pieza por pieza.
Papá: (sorprendido) ¿Desmontaste la bicicleta? ¿Por qué harías eso?
Pepito: Pues, porque quiero que dure mucho tiempo, papá. Le quité las llantas para que no se desgasten rodando y también desmonté los pedales, el manillar y el asiento. Así todo estará como nuevo.
Papá: (confundido) Pero, Pepito, una bicicleta es para usarse, para que puedas pasear y divertirte. No tiene sentido tener una bicicleta que no puedes montar.
Pepito: Lo sé, papá, pero es que me da miedo que se rompa o se ensucie. Prefiero cuidarla bien y verla siempre nueva.
Papá: (con una sonrisa irónica) Entonces, ¿qué planeas hacer con todas las piezas?
Pepito: (con una gran sonrisa) ¡Estoy pensando en colgarlas en la pared como decoración! Así todos podrán ver lo bonita que es sin que se gaste.