Pepito comprando cigarrillos
Pepito le dice a su esposa que iba a comprar cigarrillos, al llegar a la tienda la encuentra cerrada.
En eso recuerda que hay un bar cerca, con una máquina expendedora de cigarrillos y decide caminar unas cuantas cuadras hasta el lugar.
Aprovechando que estaba en el bar, se toma una cervecita, cuando de repente se topa con una rubia que de tan buena hacía abandonar el tabaco.
Una cerveza siguió a otra y cuando despertó a las 3:00 AM, se dio cuenta que estaba en el apartamento de la rubia.
En seguida pegó un grito:
– Mi mujer me va a matar, rápido dame talco.
Pepito se pone talco en las manos y se marcha a casa.
Cuando llega a la casa la mujer lo espera toda furiosa y le pregunta:
– ¿Dónde rayos andabas metido?
– Bueno, fui a comprar cigarrillos, la tienda estaba cerrada, me fui a un bar, me tomé unas cervecitas, y lo último que supe es que me acosté con una rubia.
– Mentiroso, a ver muéstrame tus manos.
El hombre, con evidente temor, se las muestra.
Entonces la esposa, con cara de satisfacción, le grita:
– Te agarre, estuviste jugando bowling otra vez!!!