Chistes geniales de infidelidad
El gerente general de una empresa, decidió quedarse a trabajar hasta tarde para estar con su joven secretaria, por lo que llamó a su esposa para inventar una excusa.
Después del trabajo, invitó a su secretaria a cenar. Pronto se hizo evidente que iba a tener suerte, por lo que los dos regresaron a su apartamento y tuvieron relaciones s3xval3s durante dos horas.
Después, el hombre fue al baño para arreglarse para el viaje a casa y notó un enorme chupetón en el cuello.
Se asustó, preguntándose qué le iba a decir a su esposa.
Después de que el hombre abrió la puerta principal, su perro se acercó a saludarlo.
¡Ajá!, pensó el hombre, y rápidamente cayó a la alfombra, fingiendo luchar contra el cariñoso animal.
Sosteniendo su cuello con una mano, dijo:
“¡Cariño, mira lo que el perro hizo a mi cuello!”
“Demonios, eso no es nada” respondió ella, abriéndose la blusa. “¡Mira lo que hizo a mis pechos!”