Chistes de Pepito
En el salón de clases dice la maestra a los niños:
-Niños, hagamos ejercicio dentro del salón, acuéstense de espalda al piso, levanten las piernas y muévanlas como si fueran en bicicleta.
Se acostaron los niños y empezaron a mover sus piernas imaginando que iban en bicicleta.
Solo Pepito tenía las piernas sin moverlas.
-¡Pepito, porqué no mueves tus piernas!
-¡Porque voy de bajada maestra!
______________________________________________________________________________
Las notas de Pepito
Llega el profesor a clase y se pone a repartir las notas.
– Luisito, toma, has sacado un diez…Pedrito, tú has sacado un ocho, muy bien también… Juanito, un seis pero apruebas, bien… Pedrito, tú has sacado un cero.
– Pero profesor, ¿y yo por qué he sacado un cero?
– Pues porque te has copiado del examen de Juanito.
– ¿¿!!YO??!! ¿Y usted cómo sabe eso?
– Pues porque has contestado las cuatro primeras preguntas igual que él. Y en la quinta pregunta, Juanito pone “No me la sé” y tú has escrito: “Yo tampoco me la sé”.
______________________________________________________________________________
El dinero de Pepito
El profesor le pregunta a Pepito en clase de matemáticas. – Pepito, si en un bolsillo del pantalón tienes 10 euros y en el otro tienes dos billetes de 100 euros, ¿qué tienes en total?
– Los pantalones de otro, profesor.
______________________________________________________________________________
Pepito en la iglesia
– Pepito, ¿tú rezas antes de comer?
– No, señor cura, mi madre es muy buena cocinera.
Y ése mismo día, un rato más tarde, el cura le hace otra pregunta:
– Pepito, ¿tu sabes cómo mató David a Goliat?
– Sí señor, con una moto.
– ¿Con una moto? No, Pepito, era con una honda.
– Jo, es que no sabía que quería que le dijera también la marca de la moto.
______________________________________________________________________________
El exámen de Pepito
El padre de Pepito le pregunta al llegar del cole…
– Pepito, ¿cómo te salieron los exámenes de hoy?
– Pues no lo sé, papi, pero los profesores son muy religiosos.
– ¿Religiosos? ¿Y eso?
– Pues es que mientras leían mi examen no paraban de decir “Ay, Señor”, Ave María purísima”, “La virgen santa”.