Un grupo de mujeres estaban reunidas, eran como quinientas y solo había un punto en el orden del día.
En un tiempo determinado sonó una campanilla y hubo un silencio rotundo. Desde la tarima, la conductora del evento, con gesto severo, pero a la vez mostrando algo de “complicidad interna”, instaló la Asamblea.
“Buenos días compañeras y bienvenidas!!.
Todas estamos reunidas, de forma urgente, para cambiarle hoy el nombre al Aparato Reproductor Masculino. Gritos, muchos gritos, y aplausos de todas las asistentes. Entonces la conductora del evento, casi engreída, empezó a soltar preguntas e incógnitas:
– “¿Por qué decirle pito?, ¿si nunca suena?” (Se escucho una ovación de gritos y aplausos)
– “¿Por qué le llaman pájaro?, ¿si nunca vuela?” (Se escucho una ovación de gritos y aplausos)
– “¿Por qué le dicen palo?, ¿si en realidad no es madera?” (Se escucho una ovación de más gritos y más aplausos)
– “¿Por qué le dicen pistola?, ¿si no mata?”. (Aumentan los gritos y los aplausos)
– “¿Por qué le dicen banano o plátano?, ¿si no es una fruta?” (Ruido ensordecedor por los gritos y los aplausos)
– “Por qué le dicen polla si no dice ni pío y ni come maíz? (gritos intensos y se redoblan los aplausos)
– “¿Por qué le dicen miembro?, ¿si no pertenece a ningún club?” (Gritos con muchísimo entusiasmo y sonoros aplausos)
– “¡Desde hoy, mis amigas y asambleístas, lo llamaremos Bill Gates!!
SILENCIO TOTAL EN EL RECINTO, TODAS SE MIRAN CON ASOMBRO, SUS CARAS ESTUPEFACTAS Y LLENAS DE INTERROGACIÓN.
Pasados unos cuantos minutos por esa sorpresa de todas las asistentes, menos, claro está, de la que conducía el evento, una mujer a lo lejos levanta su mano su mano derecha y le pregunta:
-“Señora directora: ¿A qué se debe ese nombre?”.
La que conducía el evento, ligeramente, con una sonrisa de complacencia y una boca abierta de oreja a oreja, responde con seguridad e intensa voz grave y sonora:
– “Muy sencillo, mi estimada compañera:
¡¡Porque es asquerosamente rico!!!”.